El Iberostar Tenerife derriba otra muralla
El Iberostar Tenerife coronó este domingo una de las etapas reinas de lo que va de temporada con una victoria histórica ante el potente FC Barcelona (71-60) para cerrar una primera vuelta inolvidable (12/4). El grupo de Txus Vidorreta superó una de las últimas murallas que le restaba por derribar a la familia canarista, que festejó por fin, 22 partidos oficiales después, su primera alegría ante el conjunto azulgrana.
Como si de un plan meticulosamente diseñado se tratara, afición y equipo volaron hoy juntos en un Santiago Martín pletórico. Otra exhibición defensiva de los aurinegros, que maniató buena parte de las virtudes de su rival, uno de los trasatlánticos del basket europeo; y otro tremendo ejercicio coral de los tinerfeños, con Georgios Bogris y Aaron Doornekamp en plan estelar, explican en parte lo vivido este domingo en el recinto de Los Majuelos.
Salió valiente el equipo insular, que martilleó de entrada a su adversario a base de triples, con un Doornekamp infalible desde el 6,75 (19-9, 8’). La paciencia para mover el balón y la solidaridad para buscar siempre al compañero mejor colocado fueron aturdiendo por momentos a un Barça vulnerable y sin pegada (solo cuatro triples en todo el partido).
Sin embargo, el transcurso de los acontecimientos no tardaría en despertar a la fiera, ya que el equipo de Bartzokas recurrió a la clase de Doellman y Tomic para darle la vuelta al guión durante el segundo cuarto. Sufrió entonces el Canarias la lógica reacción de los azulgrana, pero lejos de venirse abajo, aguantó la embestida hasta el descanso (29-33, 20’). Las pérdidas (cinco en este segundo cuarto) y los errores en el triple (del 5/12 de los primeros diez minutos se pasó a un 0/7 en la segunda manga), llevaron a los anfitriones cuatro abajo al intermedio.
Pese a todo, el Iberostar Tenerife ajustó piezas tras la pausa y se repuso con una nueva puesta en escena magistral. Los de Vidorreta explotaron el rebote ofensivo y aumentaron su intensidad atrás para disparar los errores de un rival, el culé, que no encontraba la manera de coger las riendas del encuentro.
El trabajo sucio de Grigonis, el buen hacer en la dirección de San Miguel, los minutos de calidad de Vázquez y, sobre todo, la magia que destilaba la conexión White-Bogris, con el heleno en plan gladiador desquiciando a los interiores visitantes, decantaron la balanza cada vez más del lado local (43-37, 26’). Trató de reaccionar el equipo de Bartzokas con balones interiores a Tomic, pero el Canarias respondió con solidez atrás y manejó con mucha cabeza sus ataques.
Una buena culminación de Hanley, otro fogonazo desde el 6,75 de Doornekamp o un triple in extremis de White fueron cayendo como losas insalvables en la línea de flotación de un Barça sorprendentemente superado, donde figuras como Rice (-5 de valoración), Navarro, Kopponen o Claver sucumbían ante la buena defensa aurinegra y ante el aliento de un público metidísimo en el partido desde el minuto cero.
Con la machada a tiro y el Santiago Martín entregado de manera incansable a la causa, un 2+1 de Tim Abromaitis tras un jugadón colectivo de los locales (63-53, 35’), superó la difícil y siempre caprichosa frontera entre el sueño y la realidad. El Iberostar Tenerife iba a tumbar a un ‘grande’. Jugó con firmeza sus opciones el grupo de Vidorreta en los últimos minutos y terminó así zanjando una victoria histórica, que le permite alcanzar el ecuador de la liga doméstica con un balance inolvidable (12/4).
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