El Iberostar Tenerife tira de carácter y bloque para sumar un trabajado triunfo
El Iberostar Tenerife mantiene el listón por las nubes. El grupo de Txus Vidorreta sumó este domingo su sexta victoria de la temporada en un ejercicio de fe y oficio, a costa de un peleón y experimentado Movistar Estudiantes (81-72). No fue un buen día en el tiro exterior (4/17 en triples), ni el rival era ni mucho menos asequible, pero el equipo aurinegro encontró la fórmula para sacar adelante un partido trabado y complicado.
La consistencia del bloque, el buen tono defensivo, especialmente cuando más delicado andaba el encuentro, los galones de Vázquez, Doornekamp o Beirán en la recta decisiva del partido y el apoyo inestimable de la afición, que firmó la mejor entrada de la temporada en el Santiago Martín (4.521 espectadores), explican en parte el triunfo aurinegro, un triunfo de gladiadores que mantiene a los canaristas en los puestos de privilegio de la tabla.
No fue un arranque plácido el de los tinerfeños, entre otras cosas porque se toparon con un rival con calidad y recursos, que explotó los triples de Omar Cook y Jamar Wilson para contrarrestar un par de dos más uno de Aaron Doornekamp, que amagaron con la primera estampida seria de los anfitriones (14-6, 6’). Movía el balón con cierta fluidez el Iberostar Tenerife, pero adoleció de acierto en la larga distancia (1/9 al descanso).
Eso no fue obstáculo sin embargo para que los aurinegros cogieran el mando, pese a los intentos del Estudiantes de llevar el partido a su territorio (16-16, 10’). La feliz irrupción de Mamadou Niang ‘Petit’ para exprimir los pick and roll y el buen hacer de Javi Beirán, junto con un dominio considerable del rebote (26-19 al receso), permitieron al Canarias disfrutar de rentas ya importantes camino del intermedio, sensaciones positivas que terminó de refrendar Will Hanley con un triple in extremis desde la esquina (40-31, 20’).
Pese a todo, los del Ramiro sacaron su versión más irreverente a la vuelta del vestuario, liderados por la clase de Edwin Jackson, protagonista de varias acciones ofensivas de mérito. El grupo de Salva Maldonado estrechó el cerco (46-45), pero lejos de dejarse intimidar, el conjunto insular tiró de carácter y oficio para salir del atolladero, bien arropado por el aliento de la grada y su buen tono coral en tareas defensivas.
Ni siquiera la lesión de Davin White, que no pudo jugar la recta final por molestias en la rodilla (es duda para este miércoles a la espera de pruebas médicas) mermó las opciones de un Iberostar Tenerife muy enchufado al partido. Los fogonazos de Bassas o Doornekamp; un oportuno arreón de Beirán, triple incluido cuando más falta hacía; la veteranía y determinación de Fran Vázquez y, en especial, la solidez del bloque atrás en los momentos más delicados, con un taponazo de por medio de Tim Abromaitis, acabaron por tumbar al Estudiantes y desatar la alegría en el recinto de Los Majuelos.
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