Domingo, 3 Enero, 2016 - 13:52

Victoria de fe y corazón en Miribilla

La fe y el esfuerzo obtienen recompensa. El Iberostar Tenerife inauguró este domingo el 2016 con una sufrida victoria en su visita al Dominion Bilbao Basket (64-67), tras levantar una desventaja de 12 puntos en los últimos cuatro minutos (62-50, 36'). Un parcial de 2-17 cuando peor pintaban las cosas, con tres triples de Davin White y dos de Javi Beirán, dio la victoria a los aurinegros que echan así el cierre a su reciente racha de tres derrotas consecutivas, acontecidas todas ellas en finales apretados.

Llevaba camino el grupo de Txus Vidorreta de otra frustración, pero la constancia de los aurinegros obtuvo por fin el premio merecido, el mismo que tanto le ha sido esquivo en lo que va de temporada. Un arranque inspiradísimo de los anfitriones (17-4, 7') y el desacierto desde más allá del 6,75 (los tinerfeños llevaban un 1/16 antes de los cinco triples que confirmaron su épica remontada) habían puesto muy cuesta arriba el partido para los canaristas, que pese a todo, lo pelearon hasta el último resuello.

No fue fácil la contienda de este domingo y más si cabe a tenor del buen arranque de los vizcaínos, que salieron muy intensos en defensa y aprovecharon las manos rápidas de un hiperactivo Clevin Hannah (seis robos) y la calidad de Álex Mumbrú (ocho puntos casi de inicio) para abrir pronto una brecha significativa en el marcador (17-4, 7'). Los aurinegros apenas anotaron una canasta en juego durante los primeros ocho minutos y les costó meterse en partido.

La irrupción de la segunda unidad, liderada por un hoy determinante Davin White y el buen hacer de Salva Arco, permitieron al CB Canarias ir estrechando el cerco (17-10, 10'). Negados desde la larga distancia, los canaristas circularon no obstante el balón con criterio y amarraban con puntos sus visitas al tiro libre. Un triple de White para el 28-27, el único visitante en los primeros 36 minutos, terminó de sembrar la duda en Miribilla y de confirmar que el Bilbao tendría que emplearse a fondo para ganar.

Los tinerfeños fueron progresivamente dándole más protagonismo a sus interiores, a medida que ganaban además la batalla del rebote, incluso con coincidiencia sobre la cancha de Sekulic y Jones tirando de galones (38 capturas por 28 de los locales). Sin apenas noticias de Dairis Bertans o Raül López, bien sujetos por la defensa canarista, el grupo de Sito Alonso intentó aprovechar los buenos minutos de Bogris a la vuelta de la pausa para amagar otra vez con la ruptura: 52-42, tras un 7-0 de parcial.

El partido comenzaba a ser un ejercicio de frustración para los de Vidorreta que pese a su esfuerzo veían como sus opciones se esfumaban desde más allá del 6.75. Sin embargo, los locales no cerraron el partido (62-50, 36'); y el Iberostar Tenerife se agarró a sus posibilidades con un plus de fe, cimentado en un arreón de acierto de un omnipresente Javier Beirán, otra vez inmenso en el rebote y clave este domingo para liderar a los suyos camino de una heroica remontada.

Dos triples consecutivos del madrileño (62-56, 37') llevaron el choque a un epílogo apretado. Con los aurinegros mordiendo en defensa, una canasta en penetración de Nico Richotti (64-58) y tres triples consecutivos de Davin White dieron el vuelco definitivo al encuentro paradójicamente desde el acierto en la larga distancia de los visitantes. No le tembló el pulso al base de Phoenix cuando más falta hacía, mientras que los nervios atenazaron a un Bilbao Basket sorprendido por el devenir de los acontecimientos.

Una pérdida local con el 64-67 ya en el electrónico y varios segundos aún por jugarse escenificó lo vivido en cuatro minutos de infarto. Tuvo Nico incluso la ocasión de sentenciar desde el 4,60, con solo tres segundos por jugarse, erró, pero el partido ya estaba en el bolsillo de un equipo, el Iberostar Tenerife, que obtiene por fin recompensa a su esfuerzo y trabajo con la que supone su quinta victoria de la temporada.