El Iberostar Tenerife va de menos a más y suma un triunfo solvente ante el Montakit Fuenlabrada
Un triunfo de menos a más. El Iberostar Tenerife se impuso este mediodía con solvencia al Montakit Fuenlabrada (99-74) y sumó su decimosexta victoria de la temporada en un gran ejercicio colectivo (los aurinegros se fueron hasta los 124 créditos de valoración con cinco jugadores en dobles dígitos de anotación) durante un choque marcado por dos capítulos significativos. Uno, emotivo. Y otro amargo.
El primero, a cuenta de la despedida de Levi Rost, que pudo haber vivido su último partido en el Santiago Martín al anunciar el jueves su intención de afrontar nuevos retos profesionales la próxima temporada. Y el segundo, la grave lesión de Saúl Blanco, que tuvo que ser retirado en camilla y trasladado al Hospital Nuestra Señora de La Candelaria por una mala caída, tras una acción fuera de lugar de Jeleel Akindele.
El triunfo de los aurinegros certifica el descenso matemático del Fuenlabrada y permite a los canaristas asentarse en la zona media de la tabla, en el mismísimo zaguán de los play off con solo una jornada por delante para cerrar la fase regular.
Le costó lo suyo al grupo de Alejandro Martínez marcar territorio este mediodía, tras una primera mitad muy igualada (39-39, 20’), en la que su rival intentó apurar sus ya limitadas opciones de salvación explotando la calidad de Andy Panko (30 de valoración) y el buen hacer de Andrés Miso (11 puntos al descanso). Fue un arranque, el de los aurinegros, a base de triples (12-6, 5’), que encontró sin embargo respuesta en un omnipresente Panko, autor de nueve de los once primeros puntos de su equipo (12-11, 7’).
A falta de mejorar su acierto en los tiros de dos y dejándose demasiados tiros libres por el camino (17/29), el Iberostar Tenerife cerraba bien el rebote (24 rechaces al descanso por 16 del Fuenla) y se afanaba atrás para intentar correr luego. El Montakit plantó cara hasta el receso (39-39, 20’), pero una vez en el tercer cuarto, fue el Canarias el que imprimió un punto más de intensidad a susacciones defensivas y encontró además la fluidez en ataque que tanto le costó hallar en el primer acto.
La aparatosa lesión de Saúl Blanco, lejos de minar la moral de los anfitriones, fue un punto de inflexión para darle carpetazo al partido. El grupo de Martínez, envalentonado, firmó un parcial de 14-0 (58-42, 24’) en un arreón visto y no visto que acabaría desarbolando a un Fuenla ya sin argumentos. La rotación interior de los aurinegros con Rey y Lampropoulos muy participativos en las dos zonas no encontró oposición en el rival, Jaime Heras cuajó grandes minutos, Javier Beirán comenzó a ver el aro como una piscina y la confianza del grupo fue creciendo.
Una vez se hizo la luz, el Iberostar movió el balón con maestría, buscando siempre las mejores opciones, incrementando notablemente el contador de asistencias (25 al final del encuentro), apretando atrás de lo lindo y corriendo para deleite del respetable, identificado a fuego con esta versión alegre e irreverente de los aurinegros. Una victoria solvente que permite al Canarias, 33 jornadas después, mantener incluso opciones de jugar las series por el título, aunque sea dependiendo de terceros.
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